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Consejos para la adaptación a la guardería

 Cuanto antes, mejor

Al igual que los adultos, “los niños necesitan rutina y cuanto antes la inicien mejor”. Cuanto más pequeños son los niños es más difícil para los padres separarse de ellos. Sin embargo, para los pequeños la adaptación es mejor y más rápida, “incluso en los niños que están acostumbrados a dormir al brazo”.
Para que los niños se adapten rápidamente al ritmo de la guardería “mantener una actitud positiva es la regla de oro”. Cuando los padres entregan y recogen a sus hijos deben hacerlo con una gran sonrisa para que el niño perciba bienestar. Además, deben sentir que lo dejamos en manos de personas de nuestra confianza, con las que nos comunicamos en clima de complicidad.
El tiempo de adaptación es muy variable dependiendo del niño y, sobre todo, de la actitud y forma de ser de los padres. “Si son personas abiertas, los niños son su reflejo” y la adaptación puede ser más rápida. Sin embargo, otros niños precisan de semanas o meses para adaptarse. En este caso os recomendamos tener mucha paciencia y adaptaros a los tiempos del pequeño.

                                      Paciencia en la adaptación

Es bueno que exista un contacto previo con la escuela para que conozca el lugar y qué va a realizar en él. En este punto es importante que los padres destaquen lo positivo: vas a hacer amigos, jugar, pasarlo bien… “a partir del año y medio los niños son capaces de comprender muchas de las situaciones que les rodean”. 
Aunque en un primer momento os puede parecer imposible que vuestro hijo se adapte a la guardería, poco a poco, comprobaréis que se produce un cambio en él. En este punto, la educadora se convertirá en una persona fundamental en su día a día y generará un vínculo especial tanto con ella como con el resto de sus compañeros. 

            Pon fin a la rabietas de tus hijos en sus primeros días de clase

Empezar la guardería supone un gran cambio para los más pequeños y sus padres. El apego que se genera hacia los padres durante los primeros meses de vida dificulta que el niño se sienta agusto en sus inicios escolares.
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