Recursos educativos

1. Recursos educativos

¿ Cómo enseñar aa coger el lápiz a tu niño ?

La lectoescritura es la parte que trabaja el proceso lector y de escritura del niño. Es por ello, que debemos darle una especial atención cuando nuestro niño comienza a utilizar lapicero, ya que aunque pensamos que el aprender a escribir y leer, consiste en aprenderse todas las letras del abecedario y saber como se pronuncian en función de la letra que la siga, así sabiendo las vocales y las consonantes el niño sabrá perfectamente leer y escribir. Lo siento, no es tan sencillo, es cierto que hay niños que no les cuesta ningún esfuerzo el aprenderse los números, otros leer y otros muchos, tienen que dedicarle más tiempo y esfuerzo. Seguro que si te fijas en tu entorno, te encontrarás con un gran número de personas que no cogen el lapicero ni el bolígrafo de una forma correcta, esto viene desde muy pequeñitos, cuando comienzan con el garabateo y a pintar, es cierto que después hay muchos años, en los que es relativamente fácil cambiar este hábito a la hora de coger el lápiz, pero si lo dejamos, cuando sea mayor, será imposible cambiarlo y como veremos tiene mucha importancia.

                                     ¿ Qué más da como coge el lápiz ?

Es algo habitual en padres, ven que es capaz de escribir el niño, con lo que le restan importancia. Lo que no se dan cuenta, es que al igual que el aprendizaje de un idioma como el inglés, lo que hagamos en los primeros 10 años de vida, será fundamental en el futuro del niño y en su forma de escribir. Además hay que tener algo más en cuenta, los niños cada vez utilizan más y más los teclados, ya sea el del móvil, el de la tablet, el del ordenador… Lo que ha reducido la utilización de lapiceros en gran medida. Lo que hace que los hábitos que cojan durante los primeros años en el proceso de escritura sea aun más importante de lo que era para nosotros en el colegio.

Escribir con papel y boli, es fundamental para el desarrollo de cualquier persona, si lo se, si dentro de unos años no va a ser necesario por que todo va a ser por voz y por pantallas táctiles. Lo sé y en otro artículo le dedicaré la importancia que tiene el saber escribir como antes para el cerebro no solo del niño, si no de los adultos también.

Durante el periodo del colegio, instituto, universidad, el niño tendrá que escribir gran cantidad de apuntes, trabajos… Y el tener una postura correcta, será bueno tanto para la velocidad del niño, problemas en las manos como el síndrome del túnel carpiano, odiar escribir ya que le cuesta y le cansa…

Coger la postura de la mano.

Hay un truco que se utiliza en casi todos los métodos de lecto-escritura para niños de infantil y de primaria. Se trata de poner una moneda en la palma de la mano del niño. Y debe sujetarla con los dos últimos dedos de la mano (los que no utilizamos para coger el lapicero) lo que hace que tan solo le queden libres los 3 que necesitará, para ello utilizaremos una moneda de 2 € ya que al ser más grande le será más fácil sujetarla, aunque depende de la mano de nuestro niño, podemos probar y ver con cual se encuentra más cómodo, según vaya aprendiendo vamos disminuyendo el tamaño de la moneda hasta quitarla.

                                  ¿ Cómo le transmito la forma de cogerlo ?

Todos sabemos como se coge un lápiz de forma correcta, aunque es complicado el explicar algo así y más complicado es conseguir que el niño que está cogiendo un hábito lo cambie. Imagínate si retrasamos el momento de corregirle. Algunos puntos que te pueden ayudar:

Escribir es una actividad de motricidad fina, lo que quiere decir destreza en movimientos pequeños, concretos, con lo que cualquier actividad o ejercicio que trabaje la motricidad fina del niño, siempre va a ser bueno para que mejore a la hora de escribir.
Busca momentos en los que el niño está receptivo, de nada nos sirve decirle como tiene que poner los dedos, si vemos que no nos está haciendo ni caso y que lo hace con desgana, déjalo para más tarde o intenta motivarle y que sea él quien nos lo pida que le ayudemos.
No debemos de ser exigentes con él, es algo difícil y seguro que él mismo ya tenga su método que hasta el momento y por lo que él sabe, le da muy buen resultado escribiendo todas las letras o haciendo los dibujos que quiere.
Una vez que el niño ya sabe como coger el lapicero, todo será más fácil, será cuestión de tiempo y aunque a veces lo haga mal, él mismo se auto corregirá para hacerlo bien, en ese momento ya puede hacer todos los dibujos que quiera y las fichas de lecto-escritura que desee. Ya más adelante trabajaremos la caligrafía algo muy importante y que dice mucho de cada persona.

2. Recursos educativos

APP para niños

La educación está cambiando. Lo vemos todos los días, pero no queremos darnos cuenta hasta que punto y lo más importante. A donde nos llevará todo. Lo que conocemos como desarrollo, lo basamos en mejores televisores, teléfonos, coches… Hoy en día, vemos a todo nuestro entorno jugando con apps de lo más diversas. Desde niños de 1 año, hasta abuelos de 100 años. Y aunque lo sabemos, parece que no queremos imaginar como era nuestra vida antes. Y me refiero a tan solo 5 – 10 años atrás. ¿Qué ha pasado?, ¿Quienes notan más estos cambios?. Veamos la introducción de las apps para niños.

                                             ¿ Son buenas o malas ?

Está claro que en estos días, es imposible negar a un niño que juegue o estudie con una app. Ya que están tan extendidas, que el niño lo que va a hacer es acceder por otra vía que no seamos nosotros. Lo que quiere decir, que lo siento. Los padres, no somos los únicos que están educando a los niños. El ambiente, entorno… Es una parte fundamental en la educación de los niños. Si cierto que con 1 año, somos casi la total influencia. Pero, el tiempo pasa y muy rápido. Y según van siendo más mayores, el porcentaje que a los padres nos queda en esa influencia se va disminuyendo poco a poco. O debería decir muy rápidamente.

Antes las madres, los abuelos… se quedaban con los niños, hoy en día es muy difícil conseguir que los niños pasen tiempo en familia (como antes) No es culpa nuestra es de la sociedad. Cada vez es más gente la que tiene que mudarse de su ciudad por trabajo, lo que hace que se encuentren solos y sin ayuda en otras ciudades.

Y debemos introducir a todo esto, las nuevas tecnologías que cada día vemos nuevas y “mejores”. Quien no ha oído hace unos años que con las aplicaciones íbamos a ser capaces de aprender idiomas sin esfuerzo, o que eran muy útiles para enfermedades, o para la destreza, tanto física como mental. Son muchas las promesas que oímos sobre las aplicaciones y las nuevas tecnologías. Pero, parece que son muy pocas las que se han hecho realidad. Seamos sinceros. Las apps, están muy bien, si sabes lo que son y para lo que son. Un mero entretenimiento. Con lo que ello conlleva, una responsabilidad. Debemos utilizarlas con medida. O por lo menos, debemos intentarlo con los niños. Que no tengan un exceso.

No me toméis por “tan rara”, yo también le he dado mi teléfono a mi niña para que estuviera un rato entretenida. Aunque intento que sea el menor posible. Y aunque muchas veces me apetecería que estuviera quieta un rato y por mi cabeza pasa, le dejo el teléfono y 15 minutos de tranquilidad. Que fácil. Aunque todo el mundo sabe que el camino fácil no es la solución a nada.

                                           ¿ Cómo lo ven los niños ?

A ver, todo el mundo es consciente de lo que son. Y sabes que estás perdiendo el tiempo y sabes que puedes ir a tomar cañas con los amigos o a pasear al campo… Al fin y al cabo, hemos estado viviendo sin telefonos en el bolsillo más tiempo del que lo hemos hecho con las apps y los teléfonos. Es igual que cuando vemos dibujos animados con violencia. Está claro que Tom y Jerry, son unos dibujos animados, que no sienten, que es una mera ilusión para hacer reír.

Esta reflexión está muy bien cuando lo hace una persona de 16 o 18 años. Pero, como ven los dibujos los niños y como ven las apps y las nuevas tecnologías los niños. Es ideal, ellos han nacido con ellas y las controlan mejor que nosotros. Son genios. El día de mañana van a ser mucho más listos que nosotros.

Jajajaja. Depende de cada niño, cuando maduren el cerebro y se hagan maduros. Pero, hasta pasados los 10 años, como mínimo. Para los niños, los dibujos no son ficticios (si lo son pero, de forma real. Cuando le pegan a un dibujo, a un niño le afecta como si fuera de una película de verdad. Pero, después de meses y un par de años viendo esta clase de violencia, la verán normal y habrán perdido mucha parte de su empatía, si no toda.)

Los niños, ven en las apps, una forma fácil de pasar el tiempo entretenido. ¿La mejor forma? No. La más fácil y cómoda. El problema es cuando desde que nacemos nos acostumbramos a lo más cómodo, raro será el buscar algo complicado para que luego se entretengan. Los teléfonos, están muy limitados, el movimiento del dedo, ridículo. Lo que hace que no sirva para trabajar la motricidad del niño evidentemente. Los juegos suelen ser de lo más repetitivos, con el fin de hacerlos adictivos. Aun me da cosa ver a mujeres de 70 años, enganchadas al Candy Crush. Pero, al fin y al cabo, ya han vivido mucho fuera del mundo digital. Pero, como se comportarán de adultos nuestros niños. Cuando ha sido su juego más común.

La verdad, es que nunca se sabe, quizá me equivoque, ojala. Y lo que ocurre, es que después de tantos años jugando con las aplicaciones. Se llegan a aburrir de las nuevas tecnologías y cuando cumplen los 20 años, solo quieren estar en la calle y no mirar ni una sola pantalla. Al fin y al cabo, cada vez es más la gente que se retira de todo este mundo.

Lo único que se, es que la virtud está en el punto medio. Y ya que toca convivir con ello, debemos estar preparados. Si de verdad queremos que les sean útiles las nuevas tecnologías, no las utilicemos para que jueguen. Que aprendan programación. Eso si que les hará pensar y disfrutar delante de una pantalla. Además de serle útil en un futuro

3. Recursos educativos

Enseñar a perder

¿Acaso se aprende a perder? Pues si. El saber perder, es algo necesario para cualquier niño. Y que en un futuro, marcará muchas de sus actitudes ante la vida. Todos sabemos que en la vida tenemos tantos triunfos como derrotas. Por eso, es muy importante que el niño aprenda a gestionar sus sentimientos y reacciones ante las diferentes situaciones que se va a ir encontrando en su día a día. Hoy vamos a ver los motivos por los que un niño no aguanta perder, que puntos negativos puede tener, y como podemos hacer para que supere las derrotas con una sonrisa.

                                                    Me toca perder

Es normal que a nadie le guste perder. Vivimos en un mundo, en el que solo se premia al primer puesto. Y esto es lo que los niños absorben de nosotros y de su entorno prácticamente desde su nacimiento. Con lo que no debe extrañarnos que nuestro niño tenga un mal perder. Por ello, debemos tratar de evitar que esto suceda, desde que los niños son muy pequeños.

Si nos fijamos en nuestro mundo, es mucho mejor, una empresa que factura más a costa de sus empleados, que una que subsiste, pero en la que todos sus empleados, como la calidad de su producto, es muy buena. En un mundo en el que es “muy” importante tener el coche niño con un mal perdermejor que el del vecino. Sin contar con los deportes. Donde la mayoría de los padres, sin querer someten una presión a los niños, haciendo un papel, que no es el que les corresponde. Los padres, estamos para apoyar y conseguir que el niño sea feliz. Y difícilmente lo será si le inculcamos el espíritu de ganador. Que no competitivo, ya que se puede ser competitivo, queriendo dar lo mejor de uno mismo, sin tener que ser el primero.

En otra ocasión hablaremos de la importancia de saber ganar. Otro problema que nos encontramos a diario. Cuando los niños, no saben controlarse y en verdad disfrutan más de restregar su victoria, más que del juego, actividad o partido que han realizado.

¿Por qué mi niño no aguanta perder?

Son varios los motivos que potencian este tipo de comportamiento o actitud en los niños. Como acabamos de ver, vivimos en un mundo muy competitivo, en el que ser número 1 lo es todo. Con lo que el primer motivo o causa, es el entorno general, la tele, amigos, colegio…

El otro motivo principal que más influye en los niños. Es no saber decirles que no. Cuando hacemos y les damos todo lo que nos piden. Estamos consiguiendo que el niño, se acostumbre y vea como normal, que el gana. Consigue su objetivo. Aunque no se trate de un juego para nosotros, si lo es para ellos. Están compitiendo contra nosotros, cuando le decimos no hay chucherías, y el se empeña que si. Si cedemos, el niño ganará. Si esto ocurre con casi todo. El niño asumirá que va a ganar siempre. Y será en el momento de decirle que no o perder, cuando no sea capaz de asimilar la derrota. Sintiéndose hundido y con mal estar.

niño enfadado sin limitesNosotros somos su mayor influencia, aunque el mundo les diga otra cosa, nosotros podemos cambiar su opinión, ya que aunque no nos lo creamos, nos admiran. Si nos comportamos y le damos importancia al triunfo en todas las actividades que realiza, el niño va a tener una presión en todo lo que hace. El nunca querrá defraudarnos, que será como se sentirá cuando no quede el primero. Canalizándolo en una frustración.

                                                ¿ Cómo le enseño ?

Desde antes de tener razón los niños deben tener limites. Estos les enseñan que en la vida, no pueden hacer lo que quieran. Cuanto más esperemos para marcarlos, más complicado nos resultará que lo entiendan. y uno de los problemas que surgen, es el que nos ocupa hoy.

Predica con el ejemplo. De nada nos sirve, si le estamos diciendo a los niños que no pasa nada por que pierda, y luego el domingo cuando pierde nuestro equipo de fútbol, nos amargamos. El niño se dará cuenta y lo interiorizará. Se educa con el ejemplo. Si no podemos evitarlo, lo que tenemos que hacer, es cambiar la actitud delante del niño. Y aparentar que estamos contentos por que nuestro equipo lo ha intentado. Hablo de fútbol, como podemos hablar de cualquier tipo de situación cotidiana.

Los juegos en equipo consiguen que los niños aprendan a valorar más el juego. Pero, sobre todo las actividades, donde nadie puede ganar.

Una de mis obsesiones en educación, es ser capaz de trasmitir empatía a los niños. La cual, ayudará a llevar mejor las victorias y saber valorar y alegrarnos, por las victorias de los demás.

¿Que tiene de bueno perder?

Es curioso, pero resulta que las derrotas, suelen darnos más que las victorias. Aunque en la mayoría de los casos, no nos damos ni cuenta.

Somos lo que hemos vivido, y cuando todo sale bien, no aprendemos a dar valor a las cosas. De hecho, dicen que se aprende más de un trabajo que acaba en fracaso que si acaba perfecto. La derrota, consigue que nos planteemos en que hemos fallado, y sobre todo como podemos solucionarlo la próxima vez. A diferencia que cuando ganamos, que nos hace tener una sensación de superioridad y de que no nos podemos equivocar.

Si alguien se cree más listo o más rápido, nunca mejorará, su mismo cerebro, no se lo pedirá, ya que incluso pensará que mejor que ahora es imposible.

Cuando tenemos hitos, que no hemos alcanzado, gente a la que admiramos por sus buenos resultados, no solo potencia nuestro aprendizaje y curiosidad. Sino que nuestro cerebro estará mucho más despierto ante lo que hemos vivido.

Un claro ejemplo, que no se da en España. Y que me resulto muy curioso, cuando empezamos a montar la guardería. Es que en Estados Unidos, se premia los fracasos, más que los triunfos. De hecho, le resulta más fácil conseguir un crédito para una empresa a alguien que ha creado 3 empresas y las 3 han fracasado que a quien solo ha montado una y a triunfado. Esto es por que se valora mucho el aprendizaje que supone el fracaso.

4. Recursos educativos

La expresividad en los niños

Alguna vez te has fijado en los gestos que realizan los niños. Resulta que van cambiando según la edad que tienen. Pero, curiosamente, muchos de estos gestos que demuestran expresiones coinciden con el resto de niños. Algo muy curioso. Lo que me hace preguntarme si hay un lenguaje expresivo internacional. El cual los niños conocen sin necesidad de aprender. Hoy vamos a analizar los gestos y como evoluciona el lenguaje no verbal de los niños, en los primeros años de vida.

                                  ¿ Cómo aprender los gestos de mi hijo ?

Solo tenemos que ir a un parque y fijarnos en los niños. Después, nos fijaremos en los padres. Y veremos varios detalles muy curiosos. Primero, la mayoría de los niños son muchísimo más expresivos que los adultos. Siempre hay alguna excepción. Los niños se pasan el día gesticulando e interpretando. En parte, es debido a su imaginación. Aunque eso el gesto del niñoes un tema que dejaremos para otro post. Lo que nos ocupa, es saber de donde vienen esos gestos y por que los vamos perdiendo con los años.

Desde que nacen, los bebés, tienen una serie de expresiones que vienen con ellas aprendidas. Es el caso de alunar la boca (como si fuera una sonrisa antes de empezar a reírse) Cerrar los ojos ante impulsos. La cara de “asco” cuando no les gusta o no quieren la comida. Y la que más importante me parece. La cara de dolor.

Esto es natural. Los niños tardan meses en comenzar a comunicarse con el lenguaje verbal con el mundo que les rodea. Con lo que deben estar preparados para poder trasmitir su estado por otro medio. Si los niños fueran inexpresivos, tan solo tendríamos el ruido del llanto para saber que les pasa. Por ello, la importancia de las expresiones faciales en los primeros meses, que llevará a tener un cuerpo de lo más expresivo.

                              ¿ Influyen los padres en las expresiones ?

Hace poco, me planteaba una cuestión curiosa. Mirando a mi hija, empezaba a ver algunos gestos y expresiones que me resultaban muy familiares. Lo que me hizo pensar, si el código genético, ya le había marcado esos gestos, así como los que tendrá en un futuro. O por el contrario, son expresiones que se van aprendiendo en función de nuestro entorno.

¿Por qué se parece a nosotros nuestro niño? Dicen que los que duermen en el mismo

colchón se vuelven de la misma condición. Podría pasar esto con los gestos. Empece a analizar mis experiencias pasadas. Y es cierto, que he cambiado mis propias expresiones en mis 3o y pico años. Cuando más lo note, ha sido con los cambios de ciudad. Cuando con 14 años de edad, mis padres dicen que hablaba y me expresaba de

padre e hija expresivos

forma diferente a cuando pase unos meses en Madrid. Pero, curiosamente, hace 3 años, cuando volví a Salamanca, me sucedió lo mismo. Volví a cambiar. También he notado cambios cuando he comenzado a salir con amigos nuevos. Imitando sin querer no solo frases, sino gestos y actitudes.

Yo creo, que en los niños, ocurre algo similar. Es cierto que nuestro código genético nos marca en gran parte lo que somos y como somos. Pero, no debemos olvidar las experiencias vividas que son las que nos hacen lo que hoy somos. Así, seguro que si veis un niño, muy poco expresivo, detrás veréis un padre con pocas expresiones.

¿Por qué se pierde la expresividad?

Es algo curioso, como año a año, los niños van perdiendo la expresividad. Que en los primeros años es una marca clara. Todo lo expresan con gestos y con emoción. Los humanos, aprendemos a través de la relación. Con lo que las expresiones son básicas para el aprendizaje del lenguaje. Si no demostramos nada el niño no aprenderá. De hecho, los seres humanos, tenemos un instinto que pocas personas conoces. Que consiste en hablar “como estúpidos” jeje, me refiero gesticulando y haciendo mucha monería a los bebés. Lo hemos visto y nos hemos repetido mil veces que cuando nosotros seamos padres, no lo haremos. Pero, es imposible no hacerlo. Ya que es vital para el aprendizaje del niño.

Es el motivo que los niños sean tan expresivos. A esto debemos sumar la imaginación y la ilusión y la dificultad que tienen para controlar las emociones. En muchos casos son emociones nuevas para ellos. Cuando llegamos a adultos, ya hemos experimentado casi todo tipo de sensaciones y emociones, con lo que no es lo mismo. Para ellos son nuevas y emocionantes. Lo que se les hace más difícil de controlar. En los primeros años, sus deberes son jugar y divertirse. Con los años, les exigiremos estar más tiempo serios, mantener la compostura en muchas más situaciones. Esto, va “matando” parte de su espíritu infantil. En muchos casos, me planteo, si no habría una manera de mantener la imaginación y la expresividad de los niños de alguna manera. Ya que son grandes virtudes que se pierden con el tiempo.

5. Recursos educativos

Trabajamos la motricidad fina de los niños

Cuando nacemos, tenemos por delante los años más duros en cuanto aprendizaje. Éstos años, no se puede ni comparar con estudiar todas las ingenierías juntas. En unos pocos años, los niños tienen que haber aprendido a hablar un idioma perfectamente, a controlar su cuerpo, a reconocer gente. A utilizar el cerebro para solucionar problemas… Por suerte nuestro cerebro está preparado para asimilar y aprender todo lo necesario para más que sobrevivir, sino para relacionarnos con nuestro entorno y demás seres vivos. Hoy nos centramos en la motricidad fina de los niños. Con algunos ejercicios que pueden ayudar a potenciarla.

                                                      Motricidad fina 

Para poder entenderlos mejor. Primero, debemos saber a que nos referimos por motricidad fina. Para ello, nos vamos a la definición:

La motricidad fina hace referencia a movimientos voluntarios mucho más precisos, que implican pequeños grupos de músculos y que requieren una mayor coordinación.
Para que lo entendamos mejor. La motricidad fina, es la encargada que hagamos movimientos complicados y con exactitud con nuestras extremidades. Cómo por ejemplo, llevarnos la cuchara a la boca. O enhebrar un hilo en un agujero. Éstos movimientos, le resultan más complicados a los niños que los de motricidad gruesa (Cómo saltar).

Son muchas las actividades que se realizan en la guardería, para que el niño vaya los desarrollos del bebécontrolando su cuerpo y sus manos. Veamos algunas actividades que podemos realizar con los niños en casa, para ayudar a que acelere el proceso de control de la motricidad fina.

                                                  Actividades y ejercicio

Aunque nosotros os presentemos algunos juegos. La verdad es que cualquier cosa nos puede servir para que el niño juegue trabajando su sistema motor. Desde decirle que tire un papel en la papelera, hasta tratar de limpiarse la cara el solito. Los juegos y ejercicios para niños más comunes en educación infantil son:

Dibujos para colorear: Son imprescindibles en el desarrollo de todo niño. Comenzando con el garabateo. Y siguiendo con más control, intentando no salirse del dibujo cuando colorea. Éste tipo de actividad, además también potencia ramas como la imaginación de los niños, y el aumento del vocabulario. También son muy utilizados en el aprendizaje de nuevos idiomas como el inglés.
Los cordones. Hay juegos en los que tenemos agujeros y lo que debemos hacer es introducir un cordón por el agujero. Ésto lo podemos hacer con cualquier agujero, no necesitamos comprar el juego. En una misma cartulina, podemos hacer agujeros de diferentes tamaños y que el niño trate de meterlo del más grande al más pequeño. Así lo tomará como un juego, a ver hasta que agujero llega hoy.
trabajar con los niñosLos juegos de construcción: También trabajan muy bien la motricidad fina del niño. El niño tratará de encajar las piezas, teniendo que controlar los movimientos de sus manos.
Los puzles: Son uno de los juegos más completos para los niños. El tener que encajar las piezas según las formas es un gran trabajo para los niños.
Las apps: Con las nuevas tecnologías, han llegado nuevas posibilidades. La motricidad fina también la podemos trabajar con alguna app educativa. Aunque nos encontramos el inconveniente de las tablets y teléfonos. Los movimientos están muy limitados. Con lo que se trabaja muy poco. Será solo como un complemento y muy poco rato.
Pero el mejor consejo, es dejar al niño independencia. Deja que se manche todo al comer. Déjale que se lave los dientes, que se seque la cara, que intente ponerse los cordones… Los ejercicios del día a día, serán los que de verdad consigan que el niño llegue a dominar la motricidad fina de una forma absoluta.

6. Recursos educativos

Para padres, el poli bueno y el poli malo

Seguro que te has dado cuenta que tu niño, tiene diferentes formas de comportarse. Todo depende con quién esté. Los abuelos, papá, mamá, el tío, la profesora de la guardería… Aunque nos parezca curioso, el niño tiene una “personalidad” diferente según con quién esté. Es lo más normal, y no debe preocuparnos. Lo que debemos es ser consciente de ello y modificar lo que a la larga puede suponer un problema. Parece que está establecido que el padre es el poli bueno y la madre el poli malo. Vamos a analizar la situación.

   ¿ Cómo puede cambiar tanto mi hijo, dependiendo de con quién esté ? 

Es algo que nos puede resultar muy raro. Sobre todo lo notamos cuando el niño se comporta mal, responde, o incluso tiene faltas de respeto hacia uno de nosotros. Pero, sin embargo con el otro, se convierte en todo un angelito. Esto suele pasar con todos los niños. En mayor o menor grado.

hay que poner limites a los niñosLos niños, van creando una imagen del mundo que les rodea. Y son conscientes de que no todos los adultos se comportan igual, ni son igual de estrictos. Con lo que en función de la imagen que tengan de nosotros, tendrán una forma diferente de actuar.

Nosotros en la guardería, lo vemos muy claramente, cuando cambiamos de profesora. Cuando una de las educadoras coge vacaciones, y se hace cargo de la clase otra diferente. Ese primer día, consiste en un pulso entre los niños y la educadora. Al no conocerla, los niños, intentarán marcar los limites más lejos de lo que le dejaba su profe. Así por ejemplo, si no se les permite subir en el tobogán, el primer día que no esté la profesora, los niños, intentarán subir al tobogán, incluso sabiendo que no pueden. Por eso, esos momentos son cruciales, ya que marcarán la actitud con la que se van a comportar los niños. Solamente, están viendo hasta donde pueden llegar con el nuevo adulto.

En otro punto que es muy fácil de ver, es en las comidas. ¿Te preguntarás, como es posible que el niño pueda comer también cuando le da la comida una persona y comer tan mal, si le da la misma comida otra persona.

Los niños son como los adultos. Nosotros no nos comportamos igual en diferentes situaciones ni con la misma gente. Nuestra actitud con nuestro jefe, o nuestros padres, o nuestros amigos. Nos cambiará el carácter y los limites, para bromear… Esto es parte de la educación de los niños, y para enseñarles, debemos entenderles primero, la observación es fundamental para conocerle y ver por donde debemos tirar.

                      No me querrá por que soy el malo, siempre le riño

Al igual que el niño es consciente de como debe comportarse con unos y con otros. Los niños, aunque parezca que le dan más importancia a lo material. Al que le regala las gominolas o el que le deja hacer lo que quiera. No es así, de hecho, los niños necesitan el cariño del hijo a la madrenormas, y a la larga lo agradecen. Siendo el más permisivo, lo que vamos a conseguir es que lo que le interese de nosotros es hacer lo que el quiera. Lo que a la larga se nos va a volver en nuestra contra. Ya que en el momento que no podamos darle o no queramos darle algo que pide, el niño va a sufrir una gran decepción. Eso si que no lo entenderá fácilmente. Siempre le hemos dado, por que ahora no me lo da.

Los retos son buenos para los niños y conseguir cosas con el esfuerzo. Los niños, aunque no lo parezca, aprecian los limites y sobre todo al que se los pone. Aunque si es cierto, que tendrá una fase, en la que no aguante que le marquemos todo lo que tiene que hacer. Por eso, lo importante, es que los niños comprendan desde el nacimiento, que hay una serie de responsabilidades que todos debemos cumplir. Cada mes que pase sin limites, se hará más complicado de solucionar en un futuro.

7. Recursos educativos

El juego en solitario en los niños

Al principio de la vida, los bebés cuando empiezan a experimentar y a curiosear lo suelen hacer de una forma individual, ayudados por los padres. Aunque aun no se relacionan de una forma social con los demás niños de su edad. Vamos a ver si es bueno que los niños jueguen solos o es mejor que lo hagan todos en grupo.
Los niños que juegan solos.

El jugar solo es una muestra de independencia de los niños. Como siempre decimos cada niño es un mundo diferente. Con lo que debemos tratar cada tema en función de las necesidades propias de nuestro niño.

Los niños hasta poco antes de los dos años, suelen interactuar con otros niños, aunque no lo hacen para organizar un juego. En esta etapa son mucho más independientes del resto de niños. Aunque siempre tendrán la dependencia de una persona adulta que les ayudará en sus objetivos.

Es a partir de los casi 2 años, cuando los niños empiezan a relacionarse mucho más entre ellos, comenzando a establecer sus primeras relaciones sociales fuera de la familia. Además se empiezan a entretener y necesitar de otros niños para llevar a cabo sus deseos y su necesidad básica de sentirse integrado.

                             Ventajas del juego en solitario o individual 

Normalmente los niños de más de 2 años que se entretienen y se inventan actividades para estar entretenidos ellos solos, sin necesidad de más niños. Esto es un ejemplo de independencia y además es muy beneficioso para una serie de cualidades de los niños que veremos a continuación:

Independencia: El jugar solo, potencia la independencia del niño, aprendiendo a resolver sus problemas y necesidades el mismo.
Autonomía: El niño al ser más independiente, conseguirá más autonomía en las tareas cotidianas.
Imaginación: Es mucho más fácil entretenerse cuando se está en grupo o cuando nos están marcando unas pautas que cuando depende totalmente de nosotros. Por eso los niños que juegan solos suelen potenciar mucho más su imaginación para estar entretenidos y no aburrirse.
Creatividad: Además el experimentar ellos mismos. Ayuda a mejorar las cualidades necesarias para una buena creatividad. Analizando más las cosas así como su imaginación para llegar a una conclusión.
Seguridad: El niño se da cuenta que en este juego no está siendo juzgado por nadie, solamente depende de él mismo. Con lo que pierde el miedo al fracaso o a perder. Dotando al niño de más seguridad en si mismo.
Cuando el niño es muy dependiente de los adultos para llevar a cabo todas las actividades o de los demás niños. Va a repercutir en una serie de aspectos en el niño, al solucionarle todas sus curiosidades el niño comienza a perder el interés por descubrir, ya que se lo dan todo y se volverá un niño más pasivo.

                                Consejos para que El Niño juegue solo

Para esto podemos ayudarle de muchas formas, vamos a ver una serie de consejos o pautas que nos pueden ayudar.

Un espacio adecuado. Es importante que el niño cuente con un espacio especial para el desarrollo del juego, donde el niño se sienta seguro y motive su imaginación.
Aunque se trate de juego independiente, no quiere decir que le dejemos en su habitación y no volvamos en 2 horas a verle. Los niños de 2 a 4 años deben tener una supervisión estricta, con lo que aunque no participemos en el juego debemos estar controlando al niño.
Si al niño le cuesta jugar solo. Debemos ayudarle. Un buen consejo, es planificarle una actividad y comenzar con él. Pero en cuanto está un poco centrado en el juego, nos excusaremos por algo urgente y le dejaremos que tome las riendas del juego. A la larga será el niño quien inicie todo el proceso solo.
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